El mundo que nos rodea contiene objetos tales como libros, montañas, etc, que denominamos cuerpos. Estos cuerpos sufren cambios, transformaciones, que son estudiadas por las ciencias naturales, como la Química, la Física y la biología. Las explicaciones dadas por estas ciencias son verificables; se basan en hechos comprobables; son ciencias experimentales.
El componente común en todos los cuerpos es la materia. Todo ente material ocupa un lugar en el espacio (tiene volumen) y posee masa.
Existen distintos tipos de materiales que forman los cuerpos. Un anillo de plata y una pulsera de plata son cuerpos diferentes formados por el mismo material. Un anillo de oro y un anillo de plata son cuerpos iguales formados por distintos materiales. La Química se ocupa principalmente de la composición, propiedades y transformaciones de los materiales.
El Químico no se preocupa por la forma de los cuerpos, sino por su composición; le interesa saber por ejemplo el metal que forma un cuchillo, independientemente de la forma o tamaño de este. Las propiedades características del metal seguirán siendo las mismas aunque el cuchillo se rompa en varios fragmentos o aunque con dicho metal se fabrique un tenedor.
En el universo no sólo encontramos materia, sino también energía. Esta adopta diferentes formas y sufre continuos cambios (por ejemplo, la energía cinética de un cuerpo arrojado verticalmente se transforma gradualmente en energía potencial y energía calórica debido al rozamiento con el aire). La Química también se ocupa de los cambios energéticos que se verifican cuando se producen transformaciones en los materiales.
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