En las reacciones redox
se transfieren electrones, mientras que en las reacciones ácido-base se
transfieren protones. Del mismo modo en que un ácido se puede valorar con una
base, un agente oxidante se puede valorar con un agente reductor, utilizando un
procedimiento semejante. Así, por ejemplo, se puede añadir con cuidado una disolución
que contenga un agente oxidante a una disolución que contenga un agente
reductor. El punto de equivalencia se alcanza cuando el agente reductor es
completamente oxidado por el agente oxidante.
Igual que las
valoraciones ácido-base, las valoraciones redox por lo general requieren de un
indicador que tenga un cambio de color nítido. En presencia de una gran
cantidad de agente reductor, el color del indicador es característico de su
forma reducida. El indicador adopta el color que tiene en su forma oxidada
cuando está en presencia de un medio oxidante. En el punto de equivalencia, o
cerca de este, ocurrirá un cambio de color nítido del indicador al pasar de una
forma a otra, por lo que el punto de equivalencia puede identificarse fácilmente.
El dicromato de potasio
(K2Cr2O2) y el permanganato de potasio (KMnO4)
son dos agentes oxidantes muy comunes. Los colores de los aniones
dicromato y permanganato son muy diferentes
de los colores que tienen las especies reducidas.
Estos agentes oxidantes
se pueden utilizar por sí mismos como indicador interno de una valoración redox,
ya que los colores de las formas oxidada y reducida son muy distintos.
Las valoraciones redox
requieren del mismo tipo de cálculo (basados en el método del mol) que las
neutralizaciones ácido-base. Sin embargo, la diferencia entre estas radica en
que las ecuaciones y la estequiometria tienen a ser más complejas en las
reacciones redox.